El Palacio Arzobispal se originó como Palacio Episcopal, concebido en el período colonial como residencia y despacho de la máxima autoridad religiosa. Inicialmente estuvo ubicado en el solar inmediato a la Catedral de Caracas, pero fue destruido por el terremoto en 1641, mudándose su sede al lugar que ocupa actualmente. A lo largo del tiempo este lugar sufrió diversas transformaciones, tales como expansión del terreno, cambios en sus fachadas, muchas veces a causa de terremotos que destruían el lugar.
En ese mismo siglo XVII, el Cabildo dispuso que fuera reformada la casa que el deán Bartolomé de Escoto legó a la iglesia después de su muerte, a fin de acondicionarla como Palacio Episcopal añadiéndole una segunda planta. Sin embargo, a partir de la década de 1680 esta casa estaría ocupada por el Obispo Don Diego de Baños y Sotomayor, bajo cuyo mandato se dimensiona hasta la esquina Gradillas, como es hoy en día.
En el gobierno de Guzmán Blanco su fachada fue posteriormente reformada a fin de adaptarla formalmente al edificio anexo del entonces palacio de Justicia. Sin embargo, entre 1979 y 1980 se hizo un trabajo de restauración con el fin de recuperar su aspecto original. El Palacio Arzobispal fue testigo y escenario de numerosos eventos, entre ellos, la instalación de Juan Francisco de León durante su rebelión de 1749, y durante la Guerra de Independencia. En varias oportunidades fue habilitado como cuartel. La edificación de planta rectangular de dos niveles se ubica en esquina. Presenta dos accesos cuyos zaguanes conducen a patios internos delimitados por arcadas o muros que comunican a corredores o espacios de habitación.
El segundo nivel repite el esquema de planta baja, con la única diferencia que éste presenta una serie de pilares y balcones con balaustradas de madera. La composición de las fachadas es simétrica. La principal exhibe seis vanos por cada piso, tanto de puertas de acceso y ventanas adinteladas en planta baja, como de vanos de puertas y balcón con barandas metálicas en planta alta. Fue declarado Monumento Histórico Nacional según Gaceta Oficial nº 31.537 del
27 de julio de 1978.
Sitio de Búsqueda: Instituto del Patrimonio Cultural IPC
Bibliografía: Catalogo del Patrimonio Cultural Venezonalo. Municipio Libertador. 2004-2007. pag 15
En ese mismo siglo XVII, el Cabildo dispuso que fuera reformada la casa que el deán Bartolomé de Escoto legó a la iglesia después de su muerte, a fin de acondicionarla como Palacio Episcopal añadiéndole una segunda planta. Sin embargo, a partir de la década de 1680 esta casa estaría ocupada por el Obispo Don Diego de Baños y Sotomayor, bajo cuyo mandato se dimensiona hasta la esquina Gradillas, como es hoy en día.
En el gobierno de Guzmán Blanco su fachada fue posteriormente reformada a fin de adaptarla formalmente al edificio anexo del entonces palacio de Justicia. Sin embargo, entre 1979 y 1980 se hizo un trabajo de restauración con el fin de recuperar su aspecto original. El Palacio Arzobispal fue testigo y escenario de numerosos eventos, entre ellos, la instalación de Juan Francisco de León durante su rebelión de 1749, y durante la Guerra de Independencia. En varias oportunidades fue habilitado como cuartel. La edificación de planta rectangular de dos niveles se ubica en esquina. Presenta dos accesos cuyos zaguanes conducen a patios internos delimitados por arcadas o muros que comunican a corredores o espacios de habitación.
El segundo nivel repite el esquema de planta baja, con la única diferencia que éste presenta una serie de pilares y balcones con balaustradas de madera. La composición de las fachadas es simétrica. La principal exhibe seis vanos por cada piso, tanto de puertas de acceso y ventanas adinteladas en planta baja, como de vanos de puertas y balcón con barandas metálicas en planta alta. Fue declarado Monumento Histórico Nacional según Gaceta Oficial nº 31.537 del
27 de julio de 1978.
Sitio de Búsqueda: Instituto del Patrimonio Cultural IPC
Bibliografía: Catalogo del Patrimonio Cultural Venezonalo. Municipio Libertador. 2004-2007. pag 15
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