La reurbanización El Silencio realizada por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva. Su construcción, durante el gobierno de Isaías Medina Angarita, se realizo sobre el área que anteriormente ocupada el barrio del mismo nombre, denominado así por la desolación causada en ese sector de la ciudad durante la peste de 1658, cuando gobernaba Don Pedro de Torres. Antiguamente el barrio perteneció a la parroquia de San Pablo, cambiando luego de nombre a Santa Teresa por instrucciones del General Guzmán Blanco, en 1876.
El nombre de El Silencio comienza a mencionarse en 1843, cuando Ángel Jacobo Jesurun se avoca a esta área.
El proyecto de reurbanización de El Silencio plantea algunas modificaciones al Plan de Rotival algunas modificaciones al Plan de Rotival de 1939. En esta obra Villanueva, desde el Banco Obrero, actualmente Instituto Nacional de Viviendas, INAVI, da prioridad a las soluciones habitacionales antes que a propuesta de tipo monumental de difícil realización por lo elevado de los costo.
Dicho conjunto fue concebido con una serie de espacio conformados por parques infantiles, centro de deportes, plaza principal, sitio de reunión y zonas comerciales en las plantas bajas de algunos bloques. Con una capacidad de ochocientos cuarenta y cinco viviendas, distribuidas en apartamentos de cuatro, tres y dos dormitorios más cuatrocientos locales de comercio y pequeña industria, áreas de calles y espacio libres.
En El Silencio, Villanueva establece una síntesis arquitectónica entre los lenguajes modernos y los vernaculares provenientes de la arquitectura colonial. A partir de un profundo conocimiento, histórico de las edificaciones de nuestro pasado colonial de las que extrae principios elementales, entre los que destacan en esta obra la evolución de la portada caraqueña; repetida como modelo portales de las desaparecidas casas de López Méndez, Felipe Llaguno, Pedro de La Vega, Conde de San Javier, Conde de Tovar etc.
Dicho lenguaje elementarista, esta conformado por: portales, pórticos, columnas bulbiformes, arcadas de medio punto, pasillos de circulación, balcones, etc. junto al empleo de la geometría representada por paralelepípedos y la imagen del cuadro.
A través de los pórticos Villanueva logra crear unas avenidas peatonales ubicadas en la planta baja de las edificaciones, paralelas a las vías de circulaciones vehicular. Estas presentan un ritmo dinámico acentuado en las arcadas de medio punto, las cuales descansan sobre columnas bulbiformes; su forma proviene de aquellas que antiguamente existieron en el Colegio Chávez.
Alineadas sobre los pórticos se desarrollan las viviendas con sus fachadas planimétricas. Identificadas a partir de las aberturas cuadradas de sus ventanas y de la sobriedad de sus balcones. Muestran un equilibrio en tensión entre los dos cuerpos de las edificaciones, a partir de la confrontación entre el movimiento y la estaticidad.
Las manzanas del conjunto poseen un espacio central verde, libre de construcciones, semejantes al patio de nuestra casa colonial o a la concepción modernista empleada en la Plan Cerda de Barcelona, España.
El proyecto de Villanueva incluye la fuente las Toninas ubicadas en la Plaza O´ Leary, realizada por el escultor venezolano Francisco Narváez. La misma se concibe como el centro de los conjuntos residenciales de Carlos Raúl Villanueva y de las Torres proyectadas por Cipriano Domínguez, unificándose dichos conjuntos por la continuidad de sus pórticos.
Fue decretado Bien del Interés Cultural el 29 de enero de 1999.
Sitio de Búsqueda: Biblioteca de la UCV/ INCES
Fuente Bibliográfica: Cruz Edgar, 25 Monumentos de Caracas, Ediciones Fundarte. 2000. Caracas, pag.86-87 .
El nombre de El Silencio comienza a mencionarse en 1843, cuando Ángel Jacobo Jesurun se avoca a esta área.
El proyecto de reurbanización de El Silencio plantea algunas modificaciones al Plan de Rotival algunas modificaciones al Plan de Rotival de 1939. En esta obra Villanueva, desde el Banco Obrero, actualmente Instituto Nacional de Viviendas, INAVI, da prioridad a las soluciones habitacionales antes que a propuesta de tipo monumental de difícil realización por lo elevado de los costo.
Dicho conjunto fue concebido con una serie de espacio conformados por parques infantiles, centro de deportes, plaza principal, sitio de reunión y zonas comerciales en las plantas bajas de algunos bloques. Con una capacidad de ochocientos cuarenta y cinco viviendas, distribuidas en apartamentos de cuatro, tres y dos dormitorios más cuatrocientos locales de comercio y pequeña industria, áreas de calles y espacio libres.
En El Silencio, Villanueva establece una síntesis arquitectónica entre los lenguajes modernos y los vernaculares provenientes de la arquitectura colonial. A partir de un profundo conocimiento, histórico de las edificaciones de nuestro pasado colonial de las que extrae principios elementales, entre los que destacan en esta obra la evolución de la portada caraqueña; repetida como modelo portales de las desaparecidas casas de López Méndez, Felipe Llaguno, Pedro de La Vega, Conde de San Javier, Conde de Tovar etc.
Dicho lenguaje elementarista, esta conformado por: portales, pórticos, columnas bulbiformes, arcadas de medio punto, pasillos de circulación, balcones, etc. junto al empleo de la geometría representada por paralelepípedos y la imagen del cuadro.
A través de los pórticos Villanueva logra crear unas avenidas peatonales ubicadas en la planta baja de las edificaciones, paralelas a las vías de circulaciones vehicular. Estas presentan un ritmo dinámico acentuado en las arcadas de medio punto, las cuales descansan sobre columnas bulbiformes; su forma proviene de aquellas que antiguamente existieron en el Colegio Chávez.
Alineadas sobre los pórticos se desarrollan las viviendas con sus fachadas planimétricas. Identificadas a partir de las aberturas cuadradas de sus ventanas y de la sobriedad de sus balcones. Muestran un equilibrio en tensión entre los dos cuerpos de las edificaciones, a partir de la confrontación entre el movimiento y la estaticidad.
Las manzanas del conjunto poseen un espacio central verde, libre de construcciones, semejantes al patio de nuestra casa colonial o a la concepción modernista empleada en la Plan Cerda de Barcelona, España.
El proyecto de Villanueva incluye la fuente las Toninas ubicadas en la Plaza O´ Leary, realizada por el escultor venezolano Francisco Narváez. La misma se concibe como el centro de los conjuntos residenciales de Carlos Raúl Villanueva y de las Torres proyectadas por Cipriano Domínguez, unificándose dichos conjuntos por la continuidad de sus pórticos.
Fue decretado Bien del Interés Cultural el 29 de enero de 1999.
Sitio de Búsqueda: Biblioteca de la UCV/ INCES
Fuente Bibliográfica: Cruz Edgar, 25 Monumentos de Caracas, Ediciones Fundarte. 2000. Caracas, pag.86-87 .
Conocer la historia social nos afianza a nuestra tierra con amor
ResponderEliminarLamentablemente Villanueva y Guinan no s pusieron de acuerdos, creo que de hubiese realizado algo MEJOR 😊
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